Sabes he estado teniendo muchas noches pensando, en lo que pasó quizá de tanto estar al pendiente de lo que debería escribir me tiene estresado, dije que me tomaría el tiempo pero ahora, había olvidado que tenía pendiente hacerlo, entonces vamos a ver, esta situación es espero pueda llevarte un poco a imaginar como seria aquel momento.
Una noche cerca a la universidad, entre faros distantes, no estamos entre las luces, ocultos entre la sombra y la lluvia, solo cerca nuestros alientos nos despistan del mundo, en ese momento solo somos tu y yo, esperando no ser encontrados, refugiados bajo la puerta de una casa, abrazados, sintiendo, solo con labios, con besos suaves apenas rosándolos, nuestro aliento se funde.
Espera la historia no va por ese sentido, pero si estamos mojados.
Quizá esperando que pase un poco, para poder ir a casa, es ahí que una mano toca mi pantalón, y tira de el, dejo de abrazarla y veo hacia abajo, es un niño de mas o menos 4 o 5 años que me pregunta si vi a su mamá, desconcertados le preguntamos cual es su nombre, menciona uno que no recuerdo y como es de suponerse respondemos que no.
Luego ella se agacha y se sujeta el cabello, le pregunta - ¿Sabes donde vives?
El responde - Si.
- Entonces le llevamos a su casa - Me ve tiernamente y no puedo negarme.
Entonces emprendemos marcha, el niño nos empieza a dirigir por zonas que desconocíamos en ese momento, hasta que llega un punto en el que el niño se cansó de tanto caminar y lo cargue en la espalda, fue bueno que hasta ese punto la lluvia dejo de caer.
Ella se me quedaba viendo mientras lo llevaba a cuestas.
Se acerca a mi y me da un beso en la mejilla - Serias un buen padre.
Ese gesto me hace feliz y pensar como seria tener a un hijo.
- Tu crees. - Solo alcanzo a decir eso.
El pequeño después de caminar, por un buen tiempo nos apunta a una tienda, una señora sale de ahí algo preocupada y me ve cargándolo, rápidamente se acerca a nosotros y me pregunta si esta bien, respondemos que si y le explicamos donde le encontramos y como llegamos hasta baja de mi espalda y se apresura a abrazar a su madre, siento de pronto un abrazo y un nuevo beso una tremenda sonrisa y unos ojos brillosos.
- Muchas gracias, estaba preocupada. - Nos menciona, nos da unas galletas y nos agradece por llevarlo, nos despedimos, damos la vuelta y regresamos.
En un tramo oscuro por donde aun no hay alumbrado solo viendo el cielo que se había despejado pensando en como seria tener un hijo.
Toma de mi mano, no mencionamos palabras pero quizá ella piense lo mismo que yo, hasta ese momento quizá no habíamos hablado del tema, pero sentía que con ella seria que los tendría.
Que es lo que hice por que ahora pienso que estoy omitiendo algunas cosas. Solo son recuerdos, pero pensarlo ahora me duele, no se si debería continuar.
- La noche es muy bonita, no te parece.
-Tuve un día muy cansado, pero verte llevarlo me cambio el animo.- Empieza a correr saltando entre charcos, salpicando, voy tras de ella haciendo lo mismo.
- Estas muy feliz.
- Si.
Se detiene y camina alegre, me atrevo a abrazarla por la espalda y caminamos así, apoyo mi quijada en su hombro y cierro los ojos.
- ¿Te gustaría, ser la madre de mis hijos?- Se detiene no dice nada, de pronto siento en mi mano dos gotas de agua, abro los ojos pensando que volvía a llover, pero no, levanto un poco la cabeza pensado que le disgustó la idea, quizá mis palabras detonaron emociones mas allá de un simple comentario.
Vi sus ojos brillar y llenarse de lagrimas, aun así sentía que estaba feliz y dijo que si, se abalanzo a mi pecho me abrazo y casi colgándose de mi me besó.
Quizá estoy equivocado un el recuerdo que vive en mi, pero quiero imaginar que así sucedió, muchas noches noches he pensado que fue uno de los momentos de mi vida que puedo mencionar que fui feliz.