lunes, 13 de octubre de 2025

La ventana

Hoy es un día especial.
Ella me habló y me dijo que nos encontraríamos en un restaurante cerca del parque El Olivo. Quería verme —dijo— para recordar algunas cosas del pasado.
Pensé que nada podría salir mal, que solo sería una charla, así que acepté. Después de todo, solo era hablar.

Antes de que llegara la hora, dudé. Quizá no debería ir. Las cosas del pasado ya pasaron y volver a recordarlas no sería saludable. Mejor olvidar.
Aun así, salí de casa. Vi el atardecer, cómo el sol se escondía mientras las luces de la ciudad comenzaban a encenderse.
La gente iba y venía por ambos lados, y yo seguí caminando. Crucé el parque central. Antes de subir la calle, estaba el lugar donde la encontraría.

La vi.


A través de la ventana que daba a la calle, el jardín del restaurante enmarcaba su figura. No recordaba todos sus rasgos, pero noté que no había cambiado mucho.

Seguía siendo tan hermosa como mi memoria la guardaba.

Me dispuse a entrar al local, pero alguien me detuvo del hombro.
Me giré. Era un amigo de hace años, y recordé que había sido su ex enamorado.

—¿En serio estás aquí? —dijo, con una mezcla de sorpresa y reproche.

No entendía nada. Cambié el gesto, confundido, intentando descifrar si era una coincidencia o algo más.
¿Nos había citado a ambos? ¿Por qué?

Volví la mirada a la ventana. Ella observaba el menú, sin notar lo que ocurría afuera.
La luz tenue del lugar la iluminaba como si el mundo quisiera señalar el sitio exacto donde estaba.

Sentí un tirón en la camiseta. Lo vi más cerca, con enojo en la mirada.

—Ella nunca será para ti —dijo, con la voz apagada, cargada de algo que no supe si era odio o dolor.

Antes de que pudiera responder, levantó el puño.

El golpe pasó rozando mi rostro, y por un instante sentí el viento helado cortarme la mejilla.
Todo se volvió lento. La luz del local, al otro lado del vidrio, titilaba sobre su silueta como si nada de esto ocurriera en el mismo mundo.

Lo empujé hacia atrás; perdió el equilibrio, y cuando intentó ponerse de pie, ya lo tenía tomado del cuello de la camisa.
Mis golpes no eran de rabia, sino de memoria.
Cada uno era una palabra que nunca pude decir.

—Lo sé... —dijo con dificultad, apenas levantando la vista—. Nunca pude hacer más que tú...

Lo solté. Cayó de rodillas, exhausto, mientras sus amigos lo sostenían.

Le tendí la mano. La tomó, lo ayudé a levantarse. No dijo nada más.
La gente nos miraba sin intervenir.
Yo, como quien suelta una carga pesada, lo vi alejarse con sus amigos, que lo escoltaban en silencio.

Luego busqué la ventana... pero ya no estaba allí.

Ella estaba en la puerta, mirándome.
En sus ojos había enojo, decepción.
Y entonces el viento volvió a soplar; la vi girarse y seguir el rumbo de quien se alejaba.

Fue tras él.
Y yo… yo no debí regresar a buscarla.
Las cosas nunca cambian.
Y yo ya no soy el de antes.

viernes, 26 de septiembre de 2025

Distantes

Pero nada puede ser para siempre, solo son recuerdos que atesoro; como si me aferrara a ellos para poder seguir imaginando un mundo donde las cosas pudieron haber sido mejores.

Recuerdos, quizá con estas pocas palabras pueda ir desgarrándolas de mi memoria para poder descansar sin darle tantas vueltas al asunto del querer cambiar mi situación actual. He ido tomando trozos, reciclando momentos y uniéndolos uno a uno para fortalecer las cosas buenas que pueda ir arreglando mis pensamientos, solo en sueños he ido viviendo aventuras que a veces me levantan el ánimo, en este blog había una sección en la cual contaba mis sueños, siempre fueron un poco raros pero trataba de darles un sentido romántico, la protagonista de ellos ya no esta conmigo, pero aun me visita y acompaña cuando duermo.

Probablemente aun pienso en ella y así es que aparece, toma mi mano, su sonrisa me ilumina la noche. veo sus labios moverse pero ahora su voz no me alcanza, no recuerdo su tono; es triste ir perdiendo su recuerdo.

Hace un tiempo tuve un trabajo en el cual ella estuvo presente, yo parado y recostado en una columna esperando a que diera la hora de empezar un simulacro, ensimismado en mis pensamientos y de pronto entró, no la reconocí pero sentí algo en su mirada, me puse a pensar de donde la conozco y entonces me vino su recuerdo a la memoria, pensé  "No creo que sea ella", entonces fui a ver los registros de la tablet que tenia mi compañero y busque su nombre, al saber que estabas ahí no pude hablarte, sentí vergüenza, entonces hice todo lo posible para evitarte, creo que fue la situación mas cercana en la que la he llegado a tener en frente pero no era momento de hablar, probablemente habría encontrado su voz de nuevo, pero olvidar ya no sería sencillo.


Y entonces, entre el recuerdo y el sueño; entre miradas y silencio extiende sus manos hacia mi rostro, solo me toma con los dedos la barbilla y se acerca hacia mí, como un susurro tan distante besa mi mejilla y se aleja, siento que es un lugar al cual no puedo llegar tan distante, el cuerpo me pesa y me dejo caer no hay más que hacer.

viernes, 16 de mayo de 2025

Volver a casa

 Sabes he estado teniendo muchas noches pensando, en lo que pasó quizá de tanto estar al pendiente de lo que debería escribir me tiene estresado, dije que me tomaría el tiempo pero ahora, había olvidado que tenía pendiente hacerlo, entonces vamos a ver, esta situación espero pueda llevarte un poco a imaginar como seria aquel momento.

Una noche cerca a la universidad, entre faros distantes, no estamos entre las luces, ocultos entre la sombra y la lluvia, solo cerca nuestros alientos nos despistan del mundo, en ese momento solo somos tu y yo, esperando no ser encontrados, refugiados bajo la puerta de una casa, abrazados, sintiendo, solo con labios, con besos suaves apenas rosándolos, nuestro aliento se funde.

Espera la historia no va por ese sentido, pero si estamos mojados.

Quizá esperando que pase un poco, para poder ir a casa, es ahí que una mano toca mi pantalón, y tira de el, dejo de abrazarla y veo hacia abajo, es un niño de mas o menos 4 o 5 años que me pregunta si vi a su mamá, desconcertados le preguntamos cual es su nombre, menciona uno que no recuerdo y como es de suponerse respondemos que no.

Luego ella se agacha y se sujeta el cabello, le pregunta - ¿Sabes donde vives?

El responde - Si.

- Entonces le llevamos a su casa - Me ve tiernamente y no puedo negarme.

Entonces emprendemos marcha, el niño nos empieza a dirigir por zonas que desconocíamos en ese momento, hasta que llega un punto en el que el niño se cansó de tanto caminar y lo cargue en la espalda, fue bueno que hasta ese punto la lluvia dejó de caer.

Ella se me quedaba viendo mientras lo llevaba a cuestas.

Se acerca a mi y me da un beso en la mejilla - Serias un buen padre.

Ese gesto me hace feliz y pensar como seria tener a un hijo.

- Tu crees. - Solo alcanzo a decir eso.

El pequeño después de caminar, por un buen tiempo nos apunta a una tienda, una señora sale de ahí algo preocupada y me ve cargándolo, rápidamente se acerca a nosotros y me pregunta si esta bien, respondemos que si y le explicamos donde lo encontramos y como llegamos hasta ahí, baja de mi espalda y se apresura a abrazar  a su madre, siento de pronto un abrazo y un nuevo beso una tremenda sonrisa y unos ojos brillosos.

- Muchas gracias, estaba preocupada. - Nos menciona, nos da unas galletas y nos agradece por llevarlo, nos despedimos, damos la vuelta y regresamos.

En un tramo oscuro por donde aun no hay alumbrado solo viendo el cielo que se había despejado pensando en como seria tener un hijo.

Toma de mi mano, no mencionamos palabras pero quizá ella piense lo mismo que yo, hasta ese momento quizá no habíamos hablado del tema, pero sentía que con ella seria que los tendría.

Que es lo que hice por que ahora pienso que estoy omitiendo algunas cosas. Solo son recuerdos, pero pensarlo ahora me duele, no se si debería continuar.

- La noche es muy bonita, no te parece.

-Tuve un día muy cansado, pero verte llevarlo me cambio el animo.- Empieza a correr saltando entre charcos, salpicando, voy tras de ella haciendo lo mismo.

- Estas muy feliz.

- Si.

Se detiene y camina alegre, me atrevo a abrazarla por la espalda y caminamos así, apoyo mi quijada en su hombro y cierro los ojos.

- ¿Te gustaría, ser la madre de mis hijos?- Se detiene no dice nada, de pronto siento en mi mano dos gotas de agua, abro los ojos pensando que volvía a llover, pero no,  levanto un poco la cabeza pensado que le disgustó la idea, quizá mis palabras detonaron emociones mas allá de un simple comentario.

Vi sus ojos brillar y llenarse de lagrimas, aun así sentía que estaba feliz y dijo que si, se abalanzo a mi pecho me abrazo y casi colgándose de mi, me besó.

Quizá estoy equivocado solo es un recuerdo que vive en mi, pero quiero imaginar que así sucedió, muchas noches he pensado que fue uno de los momentos de mi vida que puedo mencionar, que fui feliz.

lunes, 10 de marzo de 2025

Tiempo

Se que dije que iba a darme más tiempo para poder escribir, la verdad es que volví a olvidar hacerlo, escribir a veces suele ser complicado, pero bueno aquí estamos.

Hola, ¿Como estás? ¿Te está yendo bien?, quizá en algún momento llegue respuesta a estas preguntas mientras tanto, sigamos avanzando, la vida no se detiene cuando esperamos una respuesta, seguimos caminando y respirando.

He estado practicando mentalmente algunas historias que tengo guardadas en memoria, algunas frases o poemas que no quiero que se pierdan, trataré de  transcribirlas, algunas frases fueron estados de whatsapp o facebook entonces por cada una tratare de explicar por que lo hice y en que situación, será algo curioso, pienso que así podre dejar pasar todo y lograré olvidar lo que mi memoria quiere retener, quizá ya lo mencioné en algún momento porque después de escribir algo suelo dejar de pensar en ello y sale de mis pensamientos.

 Entonces después de cuanto tiempo crees que puedas leer la primera historia, poema o frase.

Será entonces tiempo para esperar un poco que las palabras se relacionen de tal manera que me guste lo que puedas leer, muchas de las historias eran de amor, después de todo, de eso se trata este blog espero poder emocionarte de alguna manera.

Sin más que decir, solo quería saludarte y decirte que no te sientas solo o sola, si necesitas hablar, aquí tienes un amigo que responderá tus inquietudes.


martes, 4 de febrero de 2025

Mensaje

 Hola, como te a ido, espero que super bien, sabes quiero tener el tiempo de escribir de nuevo tanto como antes, pero no lo puedo hacer, así que en momentos que tenga algo de libertad desprenderé algunas de las cosas que se me ocurran.

Como dije anteriormente, se me hacia muy fácil empezar a soltar las palabras para relatar lo que me pasaba, ahora me cuesta pero no es algo que con la práctica no pueda volver a obtener, en este nuevo comienzo quizá mis palabras tengan algún tono de madurez, la experiencia me a hecho un poco mas serio y un tanto formal, aunque por ratos suelto alguna broma no tan acorde a mi edad; pero que importa después de todo ser mayor no implica vivir la vida amargado, solo cambian las responsabilidades, las metas y alguna que otra promesa que le hiciste a tu joven tu, que te pide que no te olvides  cumplir.

Alguna vez he querido escribir un libro, una meta que en esos momentos tenía muy claro, el título, la forma del inicio, el cuerpo del relato y por último el desenlace; aunque pareciera que nunca empecé, te diré que por descuido perdí los dispositivos en los cuales los tenía. Así que, es por eso que no tengo los escritos de esos tiempos para poder darlos a conocer; aunque a veces me parece un poco triste que no llegara a alguien que si le importara leer su contenido.

Las cosas materiales se pierden, pero nada termina ahí y justamente de eso quería hablar.

Saben hace mucho tiempo, en mi etapa de adolescente, leía libros que llegaban a mi y me dejaban con la incertidumbre de que pasaría después, tal vez a ti te a pasado que terminas el libro, muchas veces las historias terminan con finales felices y pensaba que así terminaría mi historia en algún momento. Con los años te das cuenta por mas largo que es un libro tiene un final y lo terminas, ese reflejo tenia para mi vida; tenia un miedo, pensaba que si yo terminaba un libro y le ponía fin a la historia mi vida acabaría; pero ve ahora vuelvo a relatarte un sentimiento, quizá algo tonto para algunos pero no es el fin del camino, me siento muy feliz de poder volver a soltar todo lo que pienso, me sentía algo triste pero ahora hasta escribiendo tengo dibujada una sonrisa, quizá esto era lo que me faltaba. 

La vida es un bonito regalo, disfruta los momentos, incluso cuando pienses que estas en tus peores momentos, es muy cierto que las tormentas van a pasar, ya no nos amarguemos, la mejor manera de lograr algo es intentarlo, muchas veces dejamos que nuestros pensamientos nos consuman y no actuamos, por favor deja de pensar y ponte a hacer veras que si vas fragmentando tus problemas y les das solución algún día terminaras con lo que te aqueja y habla con alguien, siempre hay un amigo que te hará pensar que no es nada, que sus problemas son peores pero al menos sacaste parte del problema.

Los amigos son importantes, muchas veces nos quejamos que ninguno de ellos llama, recuerden que las llamadas o mensajes pueden salir en ambas direcciones, saluda a alguien y has feliz su día, por mas que a veces solo se queje.

Y este fue mi mensaje, si al menos te saque una sonrisa por acordarme de ti, también seré feliz...



lunes, 20 de enero de 2025

Promesa

Hola debido a los cambios que estoy afrontando en mi vida no he tenido la oportunidad de hacer los que me gusta, paso por un momento en el cual debo dar todo de mí, pero siento que no estoy rindiendo todo lo que podría dar, dejé atrás muchas cosas, muchas actitudes que marcaban mi personalidad, pero también es parte de crecer, como mencione alguna vez, quise reservar parte de mi vida, al ocultar las primeras publicaciones, quizá por que de por medio también hubo una promesa que hace algunos meses me di cuenta que ya había cumplido, al discutir con una persona dije que dejaría de escribir.

Prometí, que dejaría de escribir para enfocarme en concluir mis estudios, claro está, que el haber obtenido un titulo, tener un trabajo, pueda dar por concluida mi vida, sino que seguimos en camino de ir superándonos día a día.

Entonces al pensar en todo eso, se me vinieron muchos recuerdos a la mente, he escrito sí, pero no para que pueda ser leído, sino para atesorar mis palabras a una personita mucho más importante para mí, he descubierto muchos tipos de amor estos años, pero será mejor tranquilizar la capacidad creativa para lo que se pueda publicar, no prometo mucho, pero  quiero retomar el contar historias, sueños y lo que se me ocurra para poder dejar una pequeña marca en un recuerdo, antes podía escribir sin parar solo pensando en una palabra, ahora me cuesta un poco, así que denme algo de paciencia.

Es así que quizá pueda dejar algunas experiencias que voy viviendo y si te interesaría conocer un poco más de mi espero que pueda al menos sacarte una sonrisa, quiero evitar que en mis palabras se encuentre tristeza.